En una noche fria y sin luna ocurrió algo muy distinto en la casa de los Matarazzo, las joyas de Ana, la esposa del señor Augusto desaparecieron como por magica. Ellas estaban en el cofre de la casa, lo mas raro es que no habia rastros de robo con fractura, el cofre estaba intacto.
El señor Augusto llamo todos los empleados, y todos que vivian en la casa, para se juntaren en el salón para averiguar si nadie sabia de alguna cosa.
Empezo preguntando para las personas que sabian de la seña sdel cofre , dentre ellas estaban Rosa , la hija de la pareja,José el hijo, Jorge el abuelo paterno, Silvia la abuela paterna, que sufre de olvidación.
Todos dicieron que no sabían de nada, que ninguno de ellos habían estado en la habitación de los dueños de la casa.
Despues fue la vez de preguntar a los empleados, ellos dicieron que no habian visto nada, solo que vieron los hijos y la abuela entraren en la habitación en la noche anterior.
El señor Augusto pregunto otra vez a los hijos y para la abuela se no sabían de nada, se por un acaso ellos no pegaron emprestado, ellos volveran a decir que no. Entonces el señor Augusto decidio llamar a un detective para desvendar el caso. En una ora llego el detective Arnaldo, un dos mejores de la ciudad. El empezo interrogando los hijos y porque tenian ido a la habitación de sus padres. La hija hablo que fue a habitación para agarrar emprestado los maquillajes de su madre, pero no habia llegado nin cerca del cofre. El hijo dijo que fue a la habitación para agarrar una camisa de su padre, pues el estaba medio gordito y las suyas no estaban le serbindo mas. Entonces llego la vez de la abuela, ella dije que no sabia de nada, que todo que ocurria ella olvidaba, el detective no hizo muchas preguntas, pues él ya sabia de su problema.
De repente la campana sono, era una mujer que vivia en la calle acompañada de la policía. Ella estaba con las joyas que sumieron, todos quedaron sorpresos.
Entonces la mujer conto que en el dia que paso habia pedido una limosna para la abuela, y que ella llevaba unas caravanas muy hermosas, un collar con pedras brillosas, y un anillo de oro con esmeraldas, justamente las joyas que sumieron. La abuela las saco y las dio para la mujer, sin embargo cuando la policía vio aquella mujer con joyas tan valiosas, les parecio muy raro. Entonces prendieron la mujer y hicieron con que ella dicesse donde habia conseguido las joyas.
En este momento la abuela recordo que habia agarrado las joyas para dar un paseo por la calle y cuando vio aquella mujer con hambre pidiendo limosna quedo con una lástima tan grande que dio las joyas para la pobre.
quarta-feira, 14 de abril de 2010
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